CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE LA PENITENCIA 2014, EN SANTO TORIBIO.




 

   

En Sábado de pasión se realiza este año la celebración comunitaria del perdón.

 
Como sucede estos últtimos años, se contó con la asistencia, en los primeros bancos de la iglesia, de los niños y niñas de catequesis que luego participarían por primera vez del sacramento de la panitencia.  Los niños y niñas estuvieron acompañados por sus catequistas, Asun y Ana y María Paz pendientes de ellos en la iglesia. También acudieron los jóvenes de confirmación con sus catequistas,  Teresa Fernández y la hermana Eva.

Tierra Santa es un lugar mediterráneo, en el que la vid es un cultivo destacado, por ello Jesucristo, lo utilizó en muchas de sus parábolas. Liébana también es tierra de viñas, hoy la vid ha sido el eje conductor de la ceremonia.

Tras la presentación de la ceremonia por Don Elías, los niños y niñas, junto con sus catequistas y Don Elías abandonaron la iglesia, para celebrar parte de la ceremonia en la capilla del convento, en el primer piso.

En la iglesia sigue la ceremonia, con la lectura Isaías 5 1-7, sobre la viña que produce agrazones en lugar de uvas, realiza Carmen las lecturas. Después el salmo 79 leído por Carlos "Señor Dios  restáuranos,que brille tu rostro y nos salve". El padre Juan Manuel lee el Evangelio Juan 15 1-8, en el Jesús dice "Yo soy la Vid y mi Padre el Labrador". Junto al altar están las cepas, secas sin hojas, sin vida. El padre Juan Manuel, nos invita a volver nuestros ojos a Dios, Dios que nunca deja de tener los suyos en nosotros. Después Don Manuel  Muela, lee un conjunto de conductas que nos han hecho pecar, y por último Jordan y Elena leen las preces.



  Es el momento de realizar las confesiones individuales. . A cad persona se les entrega una hoja de vid o un racimo que han sido elaborados, en cartulina, por los niños en clase de religión, con su profesora Anabel. Como cada año las hojas y racimos llevan el mensaje de conversión que los niños y niñas han pensado. Y las hojas y racimos se cuelgan de los sarmientos que recuperan la vida, los sarmientos unidos a la vid Jesus, dan fruto y están vivos. Se cuenta con los frailes del Monasterio, los sacerdotes de Lieébana y otros dos sacerdotes que han venido hoy a ayudar en la celebración.


Después vuelven los niños y niñas a la iglesia, tras tener su primera confesión con Don Elías, se reparte la comunión y se adora la Santísima Cruz, tras la bendición. Mientras se reparte la comunión Don Elías canta junto a los niños "Como el racimo a la vid"
 Acabada la celebración se obsequia a los presentes con chocolate y galletas.

 

 

 

 

 

 


































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